El primero de ellos es el de la fijación de sus lentes. La prueba es muy simple, ya que consiste en agitarlos en el aire cercanos a nuestro oído. No debemos detectar ningún ruido. SI escuchamos algún sonido, debemos declinar la compra o la venta de los mismo, ya que eso nos indica que alguna de sus lentes o componentes está suelto.

La segunda cosa que hemos de comprobar es la firmeza de la unión de los prismas. Normalmente están unido por un eje. Debemos abrir y cerrar los prismas observando que el movimiento es suave pero a la vez firme.

Lo siguiente que hemos de comprobar es el sistema de enfoque. Existen dos anillas de enfoque y ajuste de dioptrías. Uno va instalado en el centro del eje de los prismáticos; el otro en uno de los visores (izquierdo o derecho). Ajustando los anillos de ambos y enfocando hacia el infinito, hemos de comprobar que vemos la imagen nítida y definida.

Finalmente recomiendo conservar la funda de transporte y la correa al cuello. Unos prismáticos con esos accesorios y las tapas de protección de los 4 cristales siempre se valorarán mucho mejor que unos que no lo lleven.

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Pere

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